La decisión de compra una vivienda nunca es fácil. Hay que poner muchas variables encima de la mesa. Por suerte cada vez hay más opciones en el mercado. Desde Viviendea.com siempre hemos abogado por implantar un modelo de acceso a la misma en la que se introduzcan nuevos valores como la transparencia o la empatía, empezando por el usuario final y no dejándolo para el final. La diferencia es notable.
Creando, a su vez, un sistema de materialización de vivienda de obra nueva sostenible que evite en lo posible la creación de burbujas inmobiliarias. Algo que nos interesa a todos.
Un sistema que parece abocado al mundo de la cooperativa de viviendas, pero que no tiene por qué ser así. Depende del usuario, es él el que elige.
Las tan denostadas cooperativas de viviendas han vuelto a Valencia para quedarse. Una buena noticia. Cuantas más posibilidades para el comprador final, mejor. Muchas de ellas han aterrizado vestidas de Cohousing ya que, como bien sabemos, en inglés “mola más” y da imagen de innovación, como el Coliving o el Coworking, lo que siempre hemos llamado compartir piso o compartir despacho. Bien es cierto que el Cohousing viene con ciertas innovaciones en la forma de entender la convivencia entre los vecinos, pero no nos engañemos, llamémosle como le queramos llamar, las viviendas se materializarán a través de una cooperativa de viviendas.
Pero ¿sabemos lo que es una cooperativa de viviendas? ¿Sabemos la diferencia con el promotor privado? Ninguna opción es mejor que otra. Son diferentes opciones. Lo más importante es tener toda la información y asesorarse en caso de duda. Nosotros estamos cómodos con las dos. Y que sea el usuario, libremente, el que elija.
Muchas gestoras de cooperativas demonizan al promotor y se publicitan ofreciendo precio de coste ya que eliminan el beneficio promotor. Mal comienzo, ya que eso es una verdad a medias. El beneficio promotor ciertamente desaparece, pero aparecen honorarios de gestión de la propia gestora, por los servicios prestados (como debe ser). Insisto, busquen información y exijan transparencia en un proceso, que no nos engañemos, siempre ha tenido fama de opaco, y por algo será.
Y ahí, tampoco nos queramos engañar, sí que tiene que avanzar mucho el promotor. Se debe dar un paso más allá de apellidar “Homes” a sus nuevas mercantiles, porque, como ya sabemos, en inglés “mola más”. Pasemos del “promueve que algo se mueve” a promover para el usuario final de la vivienda. Ese es el cliente que hay que satisfacer. Y solo tenemos que escuchar.
Ni “con promotor que es mejor” ni “coopera que es la pera”. Busquen información y transparencia, contrasten y luego elijan a conciencia. Su futura vivienda depende de ello.
Y eso sí que es la pera.