Todo evoluciona, incluida la construcción y nuestra forma de diseñar los edificios. Y el camino es claro, la sostenibilidad. Por esto mismo, para conseguir que nuestras viviendas sean lo más sostenibles posible – en Viviendea escuchamos tus necesidades, también la de una vivienda sostenible – existen numerosas empresas y laboratorios trabajando en la creación de los materiales de construcción sostenible que harán tu casa más respetuosa con el medio ambiente.
Algunos ya se han empleado en el pasado, como las maderas, pero las aplicaciones de estos materiales serán mucho más sofisticadas y con resultados hasta ahora inimaginables. ¿A qué mola? Pues sigue leyendo para descubrir los materiales que se están investigando hoy para construir mañana.
Construcción sostenible: materiales para viviendas ecológicas
Los materiales sostenibles o ecomateriales son aquellos que suman la viabilidad ecológica y la económica. Son materiales de producción con bajo impacto en el Medio Ambiente y deben cumplir ciertas características: ser de origen natural, estar libres de compuestos químicos que dañen al ecosistema y a ser posible, de proximidad.
A continuación te dejamos una lista con algunos de estos materiales, seguro que te sorprenderán por ser materiales que ya son utilizados de forma tradicional y que ahora encuentran nuevos usos. Vamos, algunos son los que se emplearon para hacer la casa de tus abuelos.
Madera:
Gracias a las nuevas tecnologías, la madera ha pasado a otro nivel. Su versión translúcida es un buen ejemplo, ya que se puede aplicar en ventanas y paneles solares. Se obtiene quitando el revestimiento de la chapa de madera y después se trabaja a nano-escala, consiguiendo así un material translúcido con múltiples aplicaciones.
Otro ejemplo que nos encontramos es lo que llamaremos «super madera», más fuerte que el acero y conseguida a través de un proceso que primero desintegra la madera y luego la prensa. ¿No es una pasada?
Bambú:
En Asia es un material de lo más corriente, y que no ha dejado de emplearse. Por ejemplo, en China, los andamios de construcción son comúnmente realizados con troncos de bambú y fibras. El uso del bambú es sostenible, ya que es una planta de rápido crecimiento y sus características físicas (más fuerte que el acero y muy flexible) lo han convertido en uno de los materiales orgánicos más interesantes.
Arena del desierto:
Material de diseño elaborado con arena del desierto, muy parecido al cemento. En vez de la arena fina y blanca que se emplea para la elaboración del cemento, ésta se sustituye por este material biodegradable que se puede recolectar y reutilizar reduciendo el consumo de áridos. Y es que hay pocas construcciones más sostenibles que las de adobe con arena del desierto que podemos encontrar en países de Oriente Medio y África.
Corcho:
La recolección del corcho (natural), es un procesos sostenible y que no daña al árbol. Por lo que es muy probable que en el futuro se recupere el empleo de este material de origen natural y se eliminen por completo el uso de poliuretano.
Residuos vegetales:
Con los restos de poda procedentes de especies como palmeras, cítricos, moreras o cañas, se pueden fabrica tableros de partículas aglomeradas y así no utilizar madera procedente de árboles. También se pueden crear paneles a partir de los desechos del cultivo de sorgo y trigo e incluso azulejos fabricados con cáscaras de coco. Las posibilidades son infinitas, tanto como diferentes son las características físicas de cada especie vegetal.
Bioplásticos:
Los bioplásticos son materiales realizados a partir de soja o de otros vegetales. Son plásticos biodegradables con las mismas características que los plásticos derivados de materias fósiles, pero sostenibles. Ya has podido verlos en las bolsas de los supermercados o en algunos envases de productos de cosmética o de alimentación.
Tablero de fibra de densidad media (MDF):
Se trata de un material patentado que se obtiene a partir de una resina derivada del almidón de la patata. Un compuesto que desde luego, es digno de tenerse en cuenta.
Cemento puzolánico tipo CP40:
Producido por la mezcla íntima de puzolana y cal hidratada. Este material va fijando lentamente la cal por lo que el cemento va ganando con el tiempo en resistencia. Un material que además de sostenible, podríamos considerarlo inteligente.
Micelio:
El micelio es la parte fibrosa de los hongos, un material que ha demostrado ser muy fuerte. Con estas fibras y diversos tratamientos, se están consiguiendo elementos de construcción muy resistentes. Pero el micelio es de rápida descomposición, por lo que, de momento, solo se contempla su uso en la construcción de edificaciones temporales.
Linóleo:
Parecido al vinilo estéticamente, pero con una composición totalmente sostenible: aceite de linaza, resina natural, polvo de corcho molido, harina de madera y polvo de piedra caliza, lo que resulta ser una opción perfecta de suelo biodegradable y puede convertirse en un tipo de suelo común en las edificaciones de obra nueva del futuro.
Hasta aquí los nuevos materiales que pueden formar parte de tu futura casa. ¿Te gustaría que tu casa fuera sostenible? Cuéntanoslo en nuestra plataforma, Viviendea. Te escuchamos.
