Espai Verd es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Valencia, pero es ahora, tras varias décadas desde su construcción, cuando entendemos su verdadera importancia y el avance que supuso en el sector de la promoción inmobiliaria.
En un momento histórico tan importante como el que estamos viviendo, con un eminente cambio de paradigma en el modo de vida y de entender las ciudades, acelerado por una pandemia que supuso el mayor test de viabilidad de nuestras casas, tenemos que echar la mirada atrás para entender lo que serán las viviendas del futuro. Espai Verd es un «espacio verde» que se erigió como una baliza hacia el futuro, partiendo desde la personalización y teniendo en cuenta las necesidades de los que serían sus primeros habitantes.
Espai Verd, un edificio del s.XXI en el siglo pasado
Hay que entender cuál es el perfil tecnológico y humanista de su autor, Antonio Cortés Ferrando (Callosa d’en Sarrià, Alicante, 1949). Un arquitecto interesado a partes iguales en el misticismo y en la tecnología, un visionario adelantado a su tiempo. Cortés fue una de las primeras personas en hablar de Inteligencia Artificial en España y compró uno de los primeros ordenadores Mainframes. Sí, de esos que ocupaban una habitación y requerían de refrigeración constante. Para adquirirlo, como cuenta para Jot Down, pidió un préstamo con su mujer, lo instalaron en una habitación de su casa y empezó a jugar con él. Sin saber inglés y con diccionario en mano para entender los manuales de instrucciones, creó un programa de cálculo informático, el Programa de Cálculo Experto, para crear y calcular estructuras tridimensionales. Y es gracias a este avance tecnológico, que esta gran obra de la Arquitectura Brutalista se pudo materializar.
Gracias a este software se calcularon los tamaños y soportes de las estructuras que contienen, no solo las 108 viviendas del edificio, si no también sus correspondientes terrazas preparadas para sostener la vegetación, con árboles de hasta 5 metros de altura. Una auténtica obra de ingeniería adelantada a su tiempo, con metodologías de ahora, pero hace 30 años.
Domótica e Internet en los años 80
Ahora no nos sorprendería un edificio concebido con elementos de domótica o con infraestructuras dedicadas a proporcionar Internet de banda ancha para todos los vecinos y facilitar el teletrabajo. Pero en el momento que se pensó esto formaba parte de un futuro casi de ciencia ficción. Y es que este edificio se soñó en los años 70, se concibió en los 80, y no fue hasta principio de los años 90 que comenzó a construirse. Un momento en el que el acceso a Internet en los domicilios no era lo habitual.
Pensada por y para profesionales liberales, este edificio contemplaba ya el trabajo desde casa. Así, cada vivienda cuenta con una oficina con acceso independiente. Parece de ciencia ficción que un edificio construido hace ya tres décadas, planteara en aquel momento una solución para un modo de vida que hasta el covid-19 era la excepción. ¿Verdad?
Otro detalle, no menos interesante, es que el interés del arquitecto por la robótica se tradujo en un sistema de recogida de basuras automatizado, para que sus vecinos no tuvieran que molestarse en tirar la basura. Y esto mucho antes de Alexa y otros sistemas domóticos, que ojo, no tiran la basura por ti.
Un edificio colaborativo
Espai Verd se construyó como un edificio de cooperativistas, algo que permitió que el proyecto se desarrollara con muchísima más libertad. Y es que parte del encanto de Espai Verd es precisamente la filosofía de comunidad y trabajo colaborativo que hay detrás. Ya que son los propios vecinos quienes cuidan de los jardines y las zonas comunes.
Una catedral inclusiva y verde
A este sentimiento de comunidad se une un sincretismo religioso, o más bien místico, que se refleja en un «oratorio interreligioso». Este oratorio es uno de los espacios comunitarios donde cualquiera de los vecinos puede acercarse a rezar o a meditar, sea cual sea su credo. Un espacio con olor a recogimiento, que alberga una luz de Belén que el propio Cortés se encarga de mantener encendida.
Espai Verd es por tanto un templo del futuro, verde, que conecta con la fuerza de la naturaleza, donde las religiones trascienden hacia una mística respetuosa e individual. Quién sabe, quizás en este aspecto, el arquitecto humanista, también esté pronosticando el futuro.
Acompañado de crítica y escepticismo
El edificio se giró 45º en relación con el plano de Benimaclet, algo que no se libró de criticas por parte de otros profesionales del sector, que no entendieron los motivos. La razón de este giro inesperado tiene que ver con una razón que ahora suena muy lógica y con la que estamos muy familiarizados hoy en día, el aprovechamiento del sol. Espai Verd se construyó en una orientación sureste perfecta, ofreciendo las mismas condiciones solares a cada una de las terrazas y jardines.
Bioclimático, el futuro sostenible de la construcción
Mucho se habla ahora de edificios autosostenibles, con eficiencia energética, pero Espai Verd dio un paso más. La vegetación y sus estanques que conforman una cascada, crean un microclima muy particular. Un clima fresco con una humedad agradable.
Como hemos comentado, el edificio tiene una orientación peculiar con respecto al plan urbanístico porque busca la eficiencia energética gracias al aprovechamiento del sol. Es precisamente esa conciencia energética la que dibuja la estructura escalonada del edificio. Cada vivienda está diseñada para recibir los rayos del sol y aprovechar así este recurso para que las viviendas estén perfectamente climatizadas, de forma natural, todo el año.
Ni grandes inventos, ni exceso de tecnología, Espai Verd aprovecha los recursos de la naturaleza para no necesitar de fuentes de energía externas o artificiales.
¡Se consigue gracias a sus jardines y a su distribución!
Y es que tenemos que aprender mucho de un edificio que ha demostrado que el sueño utópico de las ciudades verdes, bioclimáticas, sostenibles y tecnológicas, no solo es posible, si no que es el camino a seguir.
¿Te gustaría vivir en una comunidad o cooperativa como Espai Verd? Cuéntanoslo en viviendea.com y te conectaremos con las personas que construirán tu vivienda y con tus futuros vecinos.