Cuando fuimos los mejores
Decía Loquillo: “Cuando fuimos los mejores, El dinero se gastaba, Se podía comprar todo, Incluso vuestras almas”.
Del 2001 al 2007 nos creímos tan fuertes que edificamos más viviendas que Francia, Italia y Alemania juntas. Éramos los mejores y todo valía, porque todo se vendía. Seguramente hasta nuestras almas. Y un sector sin alma es un sector condenado.